Monday, June 14, 2010

¡Clase de pan criollo!

El sábado pasado, tuve la opotunidad fantástica de aprender cómo hacer pan criollo en una panadería local. Una amiga de mi programa conoce el dueño, Francesco, un hombre joven y muy amable y generoso quien nos ofreció la clase a quienes querían ir. Sábado fue el único día en que pudimos hacerla, porque fue el primer partido del mundial en que jugaba Argentina (ante Nigeria; GANAMOS!!!) y por eso, casi nadie trabajaba. Antes de comenzar la clase, Francesco nos ofreció un desayuno gigante de una selección de facturas, postres, criollos, y otras delicias de su panadería como crema pastelera caliente, y café con leche. Llenas de azucar y grasa, vimos el primer tiempo del partido que incluyó el único gol, y después fuimos a la panadería para hacer la masa de pan criollo. Esta masa se usa para una variedad de panes y postres; se caracteriza por una cantidad impresionante de grasa, y por eso, son riquísimos los criollitos.

Siguen algunas fotos:
Delicias
¡Grasa!
Francesco haciendo la masa. Todavía queda otra porción de grasa para agregar.
Yo, con mi camiseta de Messi.
Varias formas de pan criollo.
La heladera de la panadería con criollitos

Sunday, June 13, 2010

Lo que significa vivir en un país extranjero...

No puedo creer que mi semestre en Córdoba está por terminar. Mi última clase es el 25 de junio (creo), y después me queda un mes más para viajar y conocer otras zonas de la Argentina. Vuelvo el primero de agosto. Ha pasado muy rápido el tiempo, y ahora me pone a pensar en lo que he ganado de esta experiencia. En este blog, quiero escribir sinceramente sobre mis reflexiones. Ha de reconocer que una parte importante de mi experiencia acá es sentirme muy incomoda o muy ajena, y vivir con estos sentimientos y encontrar maneras de superar mis luchas.

Yo vine a la Argentina con el objetivo primero de convertirme en un hablante nativo del español. Después de estadías más cortas en países hispanohablantes, como México y España, donde yo mejoraba mi español mucho en un rato corto, yo pensé que solo me hacía falta vivir en un país hispanohablante por más tiempo. Yo estudiada español en serio desde el séptimo grado, por casi ocho años. Aunque no es mi lengua materna, es una gran parte de mi vida y de mi identidad. Bueno, un año sería ideal, pero lo que pude hacer en este periodo en mis estudios fue comprometerme por seis meses, y yo pensé que seis meses sería suficiente.

Ahora, me pone a reflexionar sobre mi logros en el área del idioma. En este momento, yo entiendo casi todo de lo que habla la gente. Puedo distinguir distintos acentos de diferentes regiones. Puedo entender la jerga particular de Argentina, y de Córdoba ciudad. Ahora, hablo en el voseo en lugar del tuteo, como hablan los argentinos. Muchas expresiones útiles me salen sin pensar, y ahora cuando me pongo a hablar en inglés, es difícil recordar como decimos estas expresiones. Por ejemplo, "me cuesta" (it costs me) que realmente quiere decir que algo es difícil. En inglés decimos, "it's hard for me" pero ahora me sale "it costs me." Eso señala que algo ha cambiado en mi manera de pensar; que ahora, pienso inconscientemente en español, no todo el tiempo, pero en estos frases útiles con que organizamos nuestras vidas.

Pero, todavía la gramática más complicada me cuesta en el habla. Cuando yo quiero hablar de un asunto más complicado por lo cual tengo que cambiar el modo o tiempo de verbos o hablar de sujetos múltiples, yo tengo que pensar en la estructura de la frase en inglés primero. Es un fenómeno muy conocido que en un idioma extranjero, siempre tenés tus días buenos y malos y me pasa lo mismo. Sin alguna razón muy concreta, yo tengo días en que el habla me sale muy bien, y otros en que me siento como estoy hablando con bolitas en la boca. Tengo días en que yo hablo casi perfectamente, y otros días en que hago muchísimos errores estúpidos. Por lo menos, estoy consiente de mis errores por la mayoría del tiempo. Intento de autocorregirme, con la esperanza de que si yo trate de hablar correctamente, un día me saldría correctamente sin pensar la primera vez.

Pero, a veces me frustra mucho que todavía hago errores estúpidos que ya he aprendido no hacer hace años. Yo pensaba que ahora mi español sería casi perfecto en el área del habla, y no lo es. ¿Cuanto tiempo necesito para convertirme en una hablante fluida? ¿Un año? ¿Más? Realmente, necesito ponerme en un contexto en que estoy sumergida y no hablo inglés casi nunca. Otra cosa que me frustra es que en este punto muchos de los estudiantes en mi programa hablan inglés mucho, aunque todos comprometimos usar el español todo el tiempo. Pero yo lo entiendo, porque yo también estoy harta a veces a conversar siempre en el idioma extranjero, aun con los que hablan mi propio idioma. A veces me cansa mucho. También, es mucho más fácil hablar con un hablante nativo, o con alguien que habla muy bien el español que hablar con alguien que todavía está aprendiendo, que hace errores o habla muy lentamente. Es como que mi español alcanza el nivel de la conversación en que estoy integrada.

Y después hay la cosa paralela de ser extranjera, que tiene que ver con el idioma, pero con otras cosas también. Ahora, estoy harta de la pregunta, usualmente amable o curiosa, "¿de dónde sos?" Después de cuatro meses de vivir en Córdoba, quiero sentirme como que yo pertenezco a este lugar. Me encanta cuando yo completo un trámite con fluidez, sin que la gente me pregunta de dónde provenga. Odio cuando la gente me pregunte, "¿de dónde sos?" y allí parra la conversación. Me siento como no me quieran conocer, que me preguntan solamente para hacerme sentir ajena. Está bien preguntar a alguien de donde es, pero prefiero esta pregunta en un contexto en que estamos conociéndonos, no mientras yo estoy completando un trámite que no tiene nada que ver con mi país nativo. Es especialmente raro cuando esto ocurre en uno de mis "días buenos" con el idioma, y me pregunta a mi, "¿cómo sabía que yo no fuera de acá?"

Yo tengo la fortuna de estar en un país de Sudamérica en que la mayoría de los habitantes son inmigrantes europeos; tengo la fortuna de no aparecer tan distinta. Y entonces, a veces la gente me dice que yo podría "pasar" por una argentina, porque en mis rasgos yo les parezco más europea, menos mezclada como otros estadounidenses cuyos antepasados llegaron a los EEUU hace muchas generaciones. Pero el otro día, alguien me dijo que yo no podría pasar por nada más que una estadounidense, que no había duda, porque yo soy "tan rubia."

Lo bueno de esta experiencia es que ahora tengo muchísimo respeto para gente que vive en un país extranjero, y entiendo mejor su situación. No puedo imaginar vivir en un país por 20 años o más en que la gente todavía se nota un acento diferente, aunque hablas el idioma perfectamente, o rasgos físicos medio exóticos, y te pregunta de donde eres. Pero muchas personas viven esta experiencia, por su elección o porque no les queda otra opción. Me recuerda de un libro que yo leí en mi clase de literatura postcolonial el semestre pasado, Baumgartner's Bombay de Anita Desai. Se trata de un hombre alemán judío, Baumgartner, que se escapó el holocausto y vivía desde su adolescencia en India. El personaje habla mucho en el libro de la condición de ser extranjero, de no pertenecer realmente a una nación, de nunca sentirse que estés "en casa." Baumgartner nunca alcanzó un nivel muy fluente en un idioma de india, ni de inglés y su alemán quedaba en el punto en que estaba el idioma cuando él salió de su país nativo, entonces él tenía mucho más desafío que yo en esta situación. También, me hace pensar en mi abuela Shirley que tiene un poco de acento del sur, de Texas y Oklahoma donde ella pasaba su niñez. A veces la gente se nota su acento y le pregunta de donde es, y ella usualmente responde, "soy de acá," porque a lo mejor ella no tiene una identificación muy fuerte con Texas. Yo entiendo porque la gente le pregunta, por curiosidad sincera, pero ahora realmente entiendo la molestia y la estupidez de esta pregunta.

Ahora, me hace pensar en qué significa pertenecer a un lugar. ¿Qué es una casa, qué es de sentir en casa? ¿Porque importa tanto dónde naciste, dónde creciste, dónde mueres? Mi abuela tenía su familia en Pennsylvania y Delaware y trabajaba por casi toda su carrera en esta zona y recibía títulos allá. ¿Por qué no sería esta zona su casa? Y ahora, yo me noto que, por ejemplo, recién cuando yo volví a Córdoba de mi viaje a Buenos Aires, me sentí como si estuviera llegando a mi casa, a mi ciudad. Me sentí mucha más ajena en Buenos Aires que en Córdoba porque estoy acostumbrada al ritmo de vida en Córdoba, a como se hace cosas, al acento cordobés y como hablamos acá. Ahora yo sé que Córdoba es parte de mi vida, que es también mi casa. Ahora tengo "la suerte" de realmente no pertenecer a un lugar, porque yo sé que cuando vuelva, parte de mi quedará acá y yo no volveré la misma persona que salió en febrero. Volver a casa será otra transición, y me imagino que no voy a sentirme totalmente "en casa," quizá jamás en mi vida.

Quiero agradecer los muchos amigos extranjeros que yo tengo en los EEUU, de quienes he aprendido un montón.

Quiero pedir a ustedes que me apoyen mientras yo experimento esta descomodidad, y durante mi transición a los EEUU. Gracias a todos por su fe y apoyo de mi.

Me imagino un mundo en que reformemos nuestro concepto de pertenecer...