Tuvimos jueves el primero de abril y viernes libre de las clases para la Semana Santa (semana de Pascuas) entonces, muchos estudiantes de mi programa aprovechamos la oportunidad para viajar mientras el tiempo todavía es lindo. Yo fuí a Salta con tres amigas, que ahora son mejores amigas. Fuimos por omnibus miércoles por la noche, y es un viaje de casi 12 horas, entonces llegamos el próximo día en Salta ciudad. Salta es una ciudad lindísima en el norte de Argentina, muy cerca de Bolivia, la capital de Salta provincia. Está ubicada en los Andes más chicas y tiene un clima y cultura muy distinta que Córdoba.
Un amigo que conocimos en nuestro hostel, un escritor sobre viajes mexicano, nos dijo que desde Salta y arriba (más al norte) se representa la cultura latinoamericana, y abajo de Salta (más al sur) se representa la cultura más europea. Esa se manifiesta principalmente en la comida, que es muy diferente en Salta y toda la zona norteña y para mi más rica. La comida norteña es mucho más picante y se base mucho más en maíz, la comida principal de los indígenas americanos. En el norte, se hace tamales muy ricas y picantes de carne y salsa, que se cocina en la hoja de maíz en forma redonda, para distinguirlas de las humitas, una especialidad local que se consiste en una masa de maíz que puede ser picante o dulce pero saborisada y usualmente con queso. Se cocina en la misma manera que las tamales, pero en forma rectángulo. También probamos locro en Salta, un guiso muy rico. El norte se produce vinos muy ricos que disfrutamos con nuestra comida en la primera noche en un restaurante buenísimo llamado Doña Salta. Se come carne de llama, que probé y que es también muy rico y tiene un sabor diferente que no resultaría facil describir. Las empanadas norteñas son más picantes y las de salta usualmente incluyen papas, una diferencia de las empanadas cordobeses. Comen las empanadas con salsas muy ricas y picantes. Para postre en el restaurante, probamos dulce de cayote con queso, higos y nueces. ¡Delicioso! Yo compré una pote para regalar a mi familia anfitriona. Es un dulce hecho de un tipo de calabasa que tiene la tectura de las fibras de la calabasa. Básicamente, en resúmen, la comida es más picante y por eso, más rico.
En nuestro primer día, tomamos el cablecarril que nos llevó del cumbre de un cerro con vistas hermosísimas sobre la ciudad. Salta es mucho más limpia que Córdoba y más tranqui, pero todavía con un ambiente de una ciudad grande y con mucha vida nocturna. Una tradición norteña es la peña, una reunión de músicos folklóricos en que cantan y bailan los espectadores. Puede ser una reunión informal o un espectáculo, que en Salta son más de este tipo porque la ciudad tiene mucho turismo. La gente en Salta y en el norte en general parece más indígena que en Córdoba, donde la mayoría tiene descendencia europea.
Después que pasar un tiempo lindo explorando Salta, yo y Rachel fuimos a Purmamarca, un pueblo pequeño, 3 horas de viaje desde Salta, en la provincia de Jujuy, ubicado abajo de los Cerros de los Siete Colores. Pasábamos en el viaje un poco tiempo en la ciudad de Jujuy (San Salvador de Jujuy), capital de la provincia de Jujuy, que está al norte de la provincia de Salta. Los Cerros de los Siete Colores son montañas grandes, que por erosión natural tienen capas de diferentes colores. El pueblo de Purmamarca es muy pequeña, pero tiene mucho turismo por su ubicación en este bellísima paisaje. Tiene una feria artesanal excelente con muchos alfombras y telas tejidas en muchos colores que parecen mas andeano, y otros productos regionales. Sueters de lana de alpaca o llama son también muy comunes, o ponchos fuertes, porque hacen frío en las montañas por la noche. Tomamos un omnibus de Salta a Purmamarca que nos bajó 3 kilometros del pueblo porque no parra en el pueblo, pero al lado, entonces caminamos por la carreterra, que nos permitió mirar al increíble paisaje seco y desierto con mucho cacti. De Purmamarca, tomamos un taxi con dos porteñas muy amables a las Salinas Grandes, un viaje de una hora y cuarto en que subimos mucho en altura hasta 4,170 metros sobre el nivel del mar. La altura me puso a dormir por mucho del viaje, pero intenté a mantenerme despierta porque las vista fueron increíbles.
Las Salinas Grandes son realmente impresionantes. Un vasto, expansivo plano de blanco sal se reune con un cielo celeste, rodeado por montañas gigantes. Yo supuse que el suelo de sal sería más suave y que la sal se sacaría facilmente, pero no es así. La tierra de sal es muy duro para caminar y al tocar. La sal se forma naturalmente en pentágonos con pequeños cristales de sal que parecen como pequeños pelos. Aunque fue difícil por la dura superficie, Rachel y yo sacamos muchas fotos saltando. Eso fue un chiste porque el sustantivo "salta" que significa "jump" también es la misma palabra que la provincia de Salta y parecida a la palabra "sal". Esas fotos salieron muy buenas porque la cámara de Rachel es muy apta para sacar fotos de "stop motion." Hay una pequeña operación de cosechar la sal, pero no es muy extensivo. La pequeña casa en que trabajan con la sal es construido por "ladrillos" de sal, y algunas personas venden objetos tallados por estos pedazos de sal. Llegamos en las Salinas Grandes justamente antés de la puesta del sol. Fue el perfecto tiempo para ir porque durante el día hace tanto calor y el sol brilla sobre la superficie blanca que casi no se puede mirar. Miramos la caída del sol, un placer inexplicable.
Regresamos a Purmamarca por la noche y neblina y después perdimos el último omnibus hacia Jujuy para regresar a Salta, entonces encontramos un hostel en Purmamarca. El hostel, por suerte, tuvo una peña muy linda con mucho músicos y bandas presentadas. Bailamos un poco. El hostel era llena de cordobeses, entonces nos sentimos muy cómoda. Durmimos muy profundamente debajo de colchones tejidos en colores brillantes en contra al frío de las montañas. Nos ofrecieron desayuno con la habitación. Regresamos a Salta para compartir un vino más con nuestras amigas que quedaban y despedirnos a nuestro amigo Eduardo (el escritor mexicano) y salimos hacia Córdoba.
Me quedan muchos lugares en el norte de Argentina que quiero visitar, y ahora conozco la zona mejor para organizar otro viaje, quizás en julio cuando tengo casi todo el més libre después de que terminen mis clases. Este finde, tenemos el segundo viaje incluido en nuestro programa a San Rafael en la provincia de Mendoza. Les invitamos a nuestros speaking partners, pero no tenemos espacio en el transporte privado. Me alegro que mi speaking partner, Anenka pueda ir. Será muy divertido, creo. Haremos rafting y visitaremos una bodega.
Wednesday, April 21, 2010
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Tiene todo para pasarlo bien el NOA, desde el encanto de la gente y la hermosura del paisaje, desde las distancias interminables y la sequedad del ambiente que hacen una atmósfera formidable para desenchufarse del ruido de la city.
ReplyDeleteSi bien la comida de allá no es lo mejor hay buenos restaurantes as´´i como buenos lugares para quedarse, muchos hostels y hoteles en tilcara y otras ciudades con un gran nivel de atención.
Saludos
Melanie