Saturday, May 29, 2010

Tango y otras novedades

Mientras escribo, me mantengo calentita con mate y criollitos y mi estufa prendida. La estufa es una unidad de calefacción que usa gas y que se inciende con un fósforo. Mi pieza es chiquita, entonces solo tengo que dejar la estufa prendida 2 o 3 horas, y después cierro todo bien y mi pieza mantiene el calor. Nunca dejo la estufa prendida mientras duermo (mom, para que no me preocupes!). Está mas o menos frío en Córdoba ahora. Las temperaturas normales son como 15-23 celsius, pero por la noche se pone muy frío, como 10 o menos. No convierto entre celsius y fahrenheit. Estoy aprendiendo como se sienten las temperaturas de celsius por experiencia. Aunque se pone mucho más frío en Boston durante el invierno, el frío de acá es diferente, más seco me parece, y me muerde. Recién, Michelet me trajo más ropa de invierno porque no pensé que sería tan fuerte la baja de temporada.

Ahora, me dedico a aprender el tango. Por fín, fuí a mi primera clase de tango hace dos semanas. El profe es amigo de mi maestra de yoga, a quien yo conocí por mi colega en el museo. Ahora, asisto a dos clases de yoga por semana con Natalia en un saloncito que ella tiene en su casa. Su casa está bién ubicada solo 10 minutos de mi casa, así que la clase es muy conveniente. La clase es muy íntima; usualmente solo van mi colega y otra mujer. El estilo que enseña Nati es hatha. En Nueva York yo practico vinyasa flow que es muy diferente, pero está bueno para aprender otro estilo. Al final de la clase, hacemos la shavasana sentadas y Nati nos cubre con frazadas fragrantes. La casa de Natalia es muy linda, con mucho arte. También ella tiene por lo menos 8 gatos en su patio. Después de mi primera clase con Nati, ella me invitó a su fiesta de cumpleaños. Empezabamos la fiesta con una clase de tango, enseñado por su amigo Walter. Walter es medio hippie y no enseña exactamente en pasos sino por la experiencia de bailar. Aunque tango es un baile muy sofisticado y complejo, no debe ser tan complicado. Me encantó que en mi primera clase yo sentí algo de lo que es bailar tango. La clase de Walter es los sabados por la noche en el saloncito de Nati.

Ahora asisto a otra clase los miércoles con otro profe que tiene una filosofía de enseñanza semejante. Sergio es el profe principal de Tauma Tango y su estilo de enseñar es influido por tai chi. El sitio web de Tauma Tango y su grupo en facebook. Él tampoco enseña pasos pero ayuda a los estudiantes experimentar con se siente el tango en sus propios cuerpos. Es un maestro que siempre tiene un ejercicio para mejorar un aspecto de tu baile, o una analogía para aclarar su corrección. Su pasión para el tango es gigante. La clase de miércoles tiene lugar en un bar muy cerca de mi casa con un ambiente muy bohemio y apropiado para el tango. La clase es muy íntima; usualmente asistan 4-8 parejas. Sergio siempre mantiene los bailarines en rotación. Los hombres bailan con las profes, y las mujeres bailan con los profes, pero también bailan los estudiantes juntos. Siempre hay algo diferente que aprender de cualquier bailarín, no obstante su nivel de experiencia.

Estoy aprendiendo cosas bastante profundas sobre yo mismo por el tango. Mi primera clase me puso a pensar que yo soy un poca fanática de control. Es difícil para mi dejar de controlar. Me da miedo cuando yo no sepa el próximo paso, cuando no sé qué voy a pasar. Hay algunos pasos en el tango en que el hombre patea la pierna de la mujar, y ella debe dejarla como si estuviera dormida. ¡Este paso me costó muchísimo! Aunque yo sabía que nada mal me pasaría si yo dejara de controlar mi pierna desde mi cadera, me di miedo que mi pierna giraría por el aire y no supe donde quedaría. Tango es una mezcla interesante de controlar y soltar, de dependencia y autonomía. Son las contradicciónes que hacen el tango complicado. Estoy aprendiendo como dejar de controlar. Estoy evaluando donde en mi vida yo actuo de miedo, vivo en miedo, o pienso en miedo, y intentando que dejar el miedo. Estoy aprendiendo como dejar de anticipar y dejarme que yo experimente el presente como siempre nuevo.

Algunos dicen que el tango es muy machista porque el hombre lleva a la mujer donde él quiere y ella no tiene ningún tipo de control sobre como va a bailar con su pareja. Aunque he experimentado la certeza de este idea, yo me disputo la idea que el hombre tenga todo el control en el baile. Realmente, creo que el tango es un baile en que las parejas dejen de controlar y abran ellos mismos a lo que desarrollará. Es como abrirse a una fuerza divina, el espiritu del baile. El hombre es el canal para esta fuerza.

En Buenos Aires el finde pasado, yo invertí en un par de zapatos de tango. Yo los compré de una empresa muy conocido y acalamdo para sus zapatos de tango, y todas las chicas en mi clase tienen zapatos de la misma compañía así que me siento como he decidido bién. Tienen algunos rasgos que los distinguen como zapatos de tango: los tacones delgados (y rojos!) de aproximadamente 3" tienen una puntilla para que jamás nunca quebrarán. La hebilla es como un gancho que permite que las tiras se deslizen con liso y justo con los movimientos de los tobillos.